Me siento nublada.
Joya elaborada en vidrio de borosilicato, trabajado en sólido, junto con cadenas de plata de ley bañadas en oro de 14k.
Una joya basada en el impedimento y la cohibición general de los sentidos tras el uso de la mascarilla. La alteración del oido, el olfato y la vista como consecuencia. El desequilibrio de la percepción y la sensibilidad expresiva.
“Sin embargo, a pesar de haber aprendido a comunicarme a través del lenguaje corporal, a menudo me sentía impedida. Nublada y espesa. No poder ver ni leer los labios parecía afectar a mis oídos. No podía oír bien y a veces tampoco podía ver bien. Era como si todos mis sentidos hubiesen estado alterados al igual que limitados. Sentí por primera vez que todo estaba conectado. Que si quería ver bien tenía que bajarme la mascarilla y lo mismo para oler y oír. Sentí que mis sentidos convergían en uno solo. Que entre ellos construían la percepción y que por tanto, al anular uno de ellos, mi percepción cambiaba. No me había dado cuenta de que respirar y oler el aire, el entorno, la naturaleza y a las personas se había convertido en algo tan importante, y que tanto me faltaba.
A medida que las situación fue volviendo poco a poco a la normalidad, pude desprenderme de sensaciones angustiantes como la asfixia y la tensión facial. Pude respirar correctamente, sentirme libre y poder percibir correctamente mi entorno. Disfrutar de los olores, pero sobre todo de ver a la gente de nuevo. De poder apreciar sus caras, de volver a sonreír con la boca y no con la mirada, de volver a reír sin limites, de hablar sin pudor y leer los labios con gusto. Volver a interpretar como de costumbre."